Yoga
Nidra es en realidad una práctica avanzada, una forma avanzada de Shuddi que
permite limpiar el subconsciente y explorarlo, ofreciendo un acceso directo a
él.
Con
Yoga Nidra podemos experimentar también el estado de turiya, el cuarto estado de consciencia, que da origen a los tres
estados ordinarios: vigilia, ensoñación y dormir profundo.
El
estado de turiya equivale al estado
de samadhi. El logro del Yoga Nidra
es casi tan difícil como lograr el estado de samadhi. La práctica de Yoga Nidra es una excelente preparación
para conseguir este estado.
El
siguiente texto de Swami Satyananda está extraído y traducido de su libro
"Yoga Nidra". Explica de forma científica cómo funciona la técnica de
Yoga Nidra:
“Los estados de
consciencia
Yoguis
y fisiólogos reconocen por igual tres estados diferentes de la consciencia
humana. Son los estados de vigilia, de soñar y del dormir profundo sin sueños.
Cada uno de estos estados de consciencia ha sido correlacionado con distinto
patrones de actividad eléctrica del cerebro.
-
En el estado de vigilia, en el que la mente consciente está ocupada con el
entorno externo a través de los canales de los sentidos, predominan en el
cerebro las ondas beta (13-20 ciclos por segundo).
-
En el estado de soñar la mente subconsciente se vuelve predominante, y se
expresan activamente los deseos reprimidos, los miedos y las impresiones
profundamente arraigadas en la mente. Aquí predominan las ondas theta (4-7 c.p.s.).
-
En el estado de dormir profundo sin sueños cesa toda actividad y fluctuación
mental, la mente y el cuerpo están paralizados. La consciencia y el prana (energía vital) se retiran del
cuerpo y de la mente. Se activan entonces las ondas delta (0-4 c.p.s.).
El estado hipnagógico
Entre
los estados de vigilia y de soñar reside una franja de consciencia que los
psicólogos han llamado “estado hipnagógico”. Este estado transitorio raramente
dura más de 3 a 5 minutos, y se caracteriza por las ondas alfa (7-12 c.p.s.). Va acompañado de una relajación progresiva y de una
liberación de las tensiones musculares del cuerpo, y de una pérdida de la
consciencia del entorno exterior, conforme el estado de vigilia se va
disolviendo en el estado de soñar.
El
Yoga Nidra se da en este umbral entre la consciencia de los sentidos y la consciencia
del sueño. Para entrar en él se aprende a extender la duración del corto estado
hipnagógico que precede al sueño normal. En el Yoga Nidra aislamos el cerebro y
nos introvertimos, mientas mantenemos un grado de consciencia externa.
Durante
la práctica de Yoga Nidra se alternan periodos de predominio de ondas alfa con otros de predominio de ondas beta y theta. Esto significa que la consciencia se equilibra en la
frontera entre vigilia y sueño durante un periodo extendido, fluctuando entre
la introversión y la extroversión. Al permanecer consciente y alerta en el
estado alfa entre estos dos se
obtiene una experiencia de total relajación, que es no sólo más beneficiosa que
el sueño convencional, sino también un portal para un estado superior de consciencia.
El descenso en el sueño
En
el proceso del sueño, la persona normal desciende su patrón cerebral de beta a theta, y finalmente a delta;
la consciencia pasa desde la vigilia, a soñar y a dormir profundo. En el Yoga
Nidra, en cambio, el proceso es diferente. El periodo de actividad de ondas alfa es aquí mucho más extenso, por lo
que se promueve un estado mucho más relajado de sueño.
Muchas
personas duermen sin liberar previamente las tensiones musculares, mentales y
emocionales, al pasar de las ondas beta
hacia las delta sin un estado de
relajación predominante alfa entre
ambas. Por eso muchas personas están cansadas por la mañana al despertar. La
relajación profunda, incluso en el sueño, sólo sucede cuando las ondas alfa se vuelven intensas.
La
diferencia entre el sueño ordinario y el Yoga Nidra está en que en este último
se desarrolla una total relajación entre los estados de vigilia y de dormir
profundo, promoviendo un prolongado estado de relajación alfa entre ambos. Es por ello que la cualidad del descanso creado
por el Yoga Nidra es tan beneficiosa y refrescante para el cuerpo y la mente.
Vislumbres de la mente
total
La
mayoría de las personas pierden las consciencia apenas entran en el sueño. Sin
embargo, es posible extender esta importante fase de transición, preservando el
hilo de la consciencia, lo que nos permite experimentar el sueño con nuestra
consciencia de vigilia intacta.
El
resultado final del Yoga Nidra es la armonía total y la integración entre todos
los niveles de nuestra consciencia. El que domina esta práctica puede
trascender los tres estados de consciencia, entrando en un cuarto estado
unitivo, más allá de la consciencia individual.
Para
la mayoría de las personas los contenidos del estado de sueño y de dormir sin
sueños son vislumbrados sólo ocasionalmente mediante un recuerdo de un sueño
importante. Como resultado, el hombre ordinario vive sólo en el ámbito
restringido de la mente de vigilia, sin saber de sus necesidades y capacidades
más profundas. Como su consciencia está fragmentada, es incapaz de sintonizar
con los recursos más profundos dentro de sí, incapaz de comprender todos los
niveles de consciencia. De esta forma es incapaz de aceptarse y de vivir
armoniosamente consigo mismo, ¿cómo entonces podemos estar en paz con los
demás?
A
través del Yoga Nidra podemos iluminar, explorar y utilizar la casa del tesoro,
nuestra propia consciencia, para enriquecer nuestra propia vida.
Despertar cerebral
Los
investigadores proponen ahora que si la consciencia del testigo subyacente
puede ser mantenida durante las experiencias del sueño y del dormir sin sueños,
sucede un cambio evolutivo fundamental en el sistema nervioso central y en sus actividades.
Este cambio es acompañado por la experiencia de un diferenciado cuarto estado
de consciencia, en el que los estados sutiles de percepción del sueño
(incluyendo las dimensiones astral, psíquicas y causales) son experimentados a
la vez que el estado despierto normal.
Este
cuarto estado superconsciente, que incluye la consciencia simultánea de los
estado de vigilia, sueño y dormir sin sueños pero que no es afectado por ellos,
ha sido descrito en textos yóguicos durante miles de años, y se conoce como “turiya”. Sin embargo, era desconocido
hasta hace poco para los investigadores, hasta que ha sido demostrado en los
laboratorios.
Este
estado se manifiesta neuro-fisiológicamente como una actividad reforzada del
córtex superior – conocido como “cerebro consciente”- junto con un mayor
control y reducción de actividad de los centros límbicos del “cerebro
emocional”. Esto significa una evolución de la personalidad hacia mayores
niveles de consciencia interna y externa, con una disminución de la reacción
emocional.
Este
cuarto estado fue verificado en laboratorio por primera vez en 1977 en la
Fundación Menninger en Kansas, Estados Unidos, bajo la dirección del doctor
Elmer Green. La actividad cerebral del yogui Swami Rama fue monitoreada conforme
entraba a voluntad en los diferentes estados de consciencia, incluyendo el
dormir sin sueños, mientras mantenía su consciencia de vigilia en todo momento
a través de la práctica de Yoga Nidra. El resultado fue una revelación para la
comunidad científica.
La
capacidad de permanecer plenamente consciente mientras uno produce ondas
cerebrales delta y experimenta el
dormir sin sueños es uno de los indicadores del estado superconsciente (turiya). Éste es el estado final del
Yoga Nidra en el que las barreras convencionales entre vigilia, sueño y dormir
sin sueños son eliminadas, revelando la operación múltiple de las mentes
consciente, subconsciente e inconsciente. El resultado es un estado único e
iluminado de consciencia, y una personalidad perfectamente integrada y
relajada. Los que han alcanzado este estado no sueñan en absoluto. Tienen un
estado de ser que no se altera. La vigilia y el sueño son similares para ellos,
porque están continuamente experimentando el cuarto estado espiritual de
superconsciencia. En el pasado este estado fue siempre considerado en términos
místicos y religiosos, pero ahora ha sido reconocido y definido como una
realidad fisiológica.”
Swami
Satyananada, Yoga Nidra
No hay comentarios:
Publicar un comentario