Es el Yama por excelencia, ya que a partir de el
nacen todos los demás
Si el objetivo del yoga es la libertad, esa
libertad sólo puede experimentarse realmente desde el amor a todas las
criaturas
No-violencia,
benevolencia, amabilidad, consideración,
compasión hacia todos los seres vivos, por uno mismo y por los demás, en
especial los indefensos, los inocentes, los que están en apuros o en una
situación peor que la nuestra; no matar, hacer el menor daño posible y el mayor
bien posible. Paciencia y perdón.
No inflingir dolor en
otros, por medio de la acción, las palabras o el pensamiento.
Ser consciente de
cómo nos tratamos a nosotros mismos, a los otros y al entorno. Se refiere a no
ejercer violencia sobre los demás, sobre lo que nos rodea, y sobre nosotros
mismos. Entendiendo como violencia no sólo a la violencia física, sino también
a la violencia verbal, psicológica, emocional. Hay que relacionarse con todo y
en todos los sentidos con extremo cuidado. La consideración hacia todos los
seres vivos incluye también a los animales, a las plantas, al medio en el que y
del que vivimos. Nos
dañamos a nosotros mismos cuando tratamos sin respeto a las demás personas y al
medio ambiente.
Ahimsa requiere introspección para reemplazar los
pensamientos y acciones negativas y destructivas por otras positivas y
constructivas, la no violencia es un estado mental; es esencialmente una
actitud interior, no sólo algo externo.
La intolerancia, la
descortesía, el agravio verbal, un pensamiento de odio son formas de violencia.
También el abuso es violencia, por civilizado que sea. Y la falta de respeto, y
la exclusión, el rechazo o el menosprecio de los débiles o diferentes, el
imponer nuestros deseos, nuestras ideas y nuestra manera de ser y el mirar para
otro lado ante la violencia ejercida a otros. Todas estas formas de violencia
implican una gran energía que debemos canalizar en sentido contrario y poner al
servicio de un camino espiritual.
Si practicas Ahimsa,
debes abandonar los insultos, los reproches, el criticismo y la agresión. Nunca
debes replicar ni desear ofender a nadie aún ante la mayor provocación. No
debes tener malos pensamientos hacia nadie. No debes tener ira. No debes
maldecir.
El camino hacia Ahimsa pasa por investigar que
produce nuestros deseos de violencia, que nos hace excluir a los demás de
nuestro cuidado y afecto.
La consideración
hacia todos los seres vivos incluye también a los animales, a las
plantas, al medio en el que vivimos.
El camino hacia Ahimsa es largo y sutil, pero
una vez comprendido que lo que hacemos a los demás nos lo hacemos a os otros
mismos, resulta gratificante dar el primer paso.
Yama debe entenderse como cuidar que todo lo que
entra en nuestro cuerpo sea puro.
Los que practican yoga van sintiendo la
necesidad de tomar la energía directamente de su fuente y aunque no se lo propongan
van sintiendo la necesidad de ser vegetarianos. Cada vez el cuerpo va pidiendo
una alimentación con más energía y con menos magnetismo animal, que nos ayude a
nuestro desarrollo de seres pensantes y espirituales.
Si comemos más de lo que necesitamos hacemos
daño a nuestro cuerpo. Hay que tomar lo que nuestro cuerpo necesita. No ingerir
drogas, tóxicos
Hacer la vida difícil es una falta de respeto a
la vida
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